“En cierta ocasión, cuando estaba dando clase, me senté encima de mi mesa de profe, y esta se desarmó y aparecí entre las tablas. Entonces todos los alumnos estuvieron un cuarto de hora riéndose de mí, pero yo también, ¿eh?”

Joserra García

 

 

“En los cursos de Secundaria, cuando quiero que los alumnos/as se fijen en algo o que tengan cuidado de no equivocarse, suelo decirles que pongan “OJO”. En Bachillerato ya no suelo utilizarlo, pero un día, los alumnos de 2ºBach, me dijeron que si podía seguir poniéndolo.”

 

Pilar Barrasa

 

 

“Mi estreno en la docencia fue…más que estrella…estrellado. Cuando empecé a dar clase era consciente de que no iba ser fácil y de que iba a encontrar obstáculos en el camino, pero lo que no me esperaba en absoluto era tropezarme con una pila de mochilas diabólicas nada más entrar en el aula y acabar en el suelo. Afortunadamente el sentido del humor existe y todos acabamos riéndonos."

Sandra Ballón

 

 

“En una actividad extraescolar, hace algunos años, el hermano pequeño de un alumno en los preparativos en casa, le dio el cambiazo de un oso de peluche suave por el saco de dormir y cuando fue a abrir la bolsa del saco se dio cuenta de la broma del "pequeño diablo" y tuvo que dormir con doble capa de mantas en el alberge en que estábamos alojados.”

Alberto Martínez

 

 

Hace unos años llegaron las pizarras digitales a nuestro instituto y como profesora de literatura decidí seguir la máxima de Unamuno “el progreso consiste en renovarse”, aunque a vosotros os sonará más lo de renovarse o morir. Así que vuestra profe de lengua decide “estrenarse” en esta nueva tecnología con sus alumnos más receptivos, los de 2º de la ESO:

- ¡Qué buena idea la de enseñar la diferencia entre sujeto y predicado mediante la pizarra digita! ¡Esta vez lo van a entender a la primera, aunque sólo sea por la metodología motivadora!- pensé con ingenuidad.

Uno de ellos (pongamos que el sujeto) estaba resaltado en color verde y el otro, en rojo. Para hacer la clase más motivadora, todos querían escribir en la pizarra digital, saco a la pizarra a un alumno para corregir el ejercicio y veo, ante mi sorpresa y las risitas de todos, que no acertaba nunca.

* ¡Pobre chaval! ¡Qué mal me he explicado! ¡Lo ha entendido todo al revés! Al ver mi cara de desesperación, me confiesa con un hilito de voz:

* Profe,… es que… soy daltónico.

Carcajada generalizada y fin de la clase.

Ana Arana

 

“Un mañana iba a tomar un café de la máquina del insti, y veo entrar por la puerta a un alumno de 1º de ESO, era extraño puesto que estábamos en mitad de una hora lectiva, así que le pregunté.

- ¿Y tú de dónde vienes? Y él me contestó.

-“Que me he tirado por la ventana”

- ¿Cómo?, dije sorprendido

- Si, que estaba en clase y los compañeros han empezado a cantar “¡Que se tire!, ¡que se tire!” Y claro, yo me he tirado.

No pude reprimir una carcajada por la cara con la que aquel alumno, recién llegado al Instituto, contaba su aventura. De inmediato, le llevé al despacho del Director y le dije, “Venga cuenta lo que has hecho” mientras yo me daba la vuelta para que no se viera mi sonrisa. El Director tampoco pudo contener la risa, porque aquel alumno lo contaba con tal naturalidad e inocencia que era imposible.

P.D: La ventana de 1º ESO está a menos de un metro del suelo. Sabíamos perfectamente que su vida no había corrido peligro en ningún momento.”

Juanjo Guillén

 

 

“Me ponéis en un compromiso, he recordado esto que ocurrió hace mucho tiempo:

Recuerdo una ocasión, hace más de treinta años, cuando yo era alumno de este Instituto, que vino un profesor de dibujo a hacer una sustitución. Era andaluz, creo que sevillano, y de estas personas del sur con mucho gracejo, muy “salao”. Pues en una clase de tercero de BUP, comenzó a pasar lista y la verdad es que por los apellidos la lista quedaba así. De tal forma que comenzó a leer:

“José Ángel Borrego” y este respondió como se hacía entonces “presente”

“Gerardo Cuervo”  quien respondió “presente”

Y dice el profe andaluz, “¡pero dónde he venio ozu! ¿Esto es un zoológico o qué?”

Juan Ángel de la Torre